Sin duda alguna las nuevas
tecnologías nos han envuelto por completo, ¿y como no? Si por medio de ellas
hemos logrado hacer cosas que jamás pensamos llegar a lograr, un ejemplo claro
podría ser el intercambio de mensajes con otra persona desde cualquier punto
del planeta.
Los medios que utilizamos para comunicarnos hoy son
muy diferentes a los que utilizaban generaciones anteriores. La forma en
que nosotros aprendemos también es muy diferente, pues tenemos a unos
cuantos clicks de distancia un universo de información que
generalmente está mezclada entre mentiras y verdades, y nosotros debemos
saber dónde buscar. El entretenimiento es otro aspecto que ha sufrido
cambios drásticos a través del tiempo; no es lo mismo el cine 3D de hoy a
las películas proyectadas en los años 50. ¿Alguno es mejor que otro? Esto
va a depender de la percepción de cada persona y los valores de la misma.
La vida fluye día con día, a veces
sin percatarnos de todo lo que con ella viene. Para algunos, saludarnos y
darnos un beso de buenos días, es el alimento de nuestra alma para proseguir;
para otros, el tener un buen empleo, buena posición económica y una familia, es
suficiente y para otros más, es el saber que podemos estar cerca de los
nuestros con el simple click de
un mouse de
computadora. Para todos y cada uno de nosotros, las prioridades las tenemos
establecidas y eso es un aspecto que no podemos juzgar. Sin embargo, no podemos
negar que la influencia de la tecnología ha cambiado invariablemente nuestra
percepción de la vida.
El presente escrito busca la sensibilización del
lector ante las ventajas y desventajas que se nos presentan al adoptar la
utilización de nuevas tecnologías en nuestra vida diaria y profesional, en
especial del uso de lo que se denomina "correo electrónico" a través de una
computadora.
La tecnología forma parte de nuestras vidas y en
ello, no hay duda. Diariamente, utilizamos un medio de transporte para llegar a
nuestro destino; utilizamos el teléfono para hacer una llamada personal o bien
de negocios; mandamos un fax a alguien que se encuentra en otro edificio, o
bien a otro estado; escribimos un "e-mail" para comunicarnos con nuestros
compañeros de trabajo, nuestros amigos o nuestros familiares; y así podemos
mencionar una gran variedad de tecnologías que conviven con nosotros, a veces
percatándonos de su influencia directa que ejercen sobre nuestro "ser", aunque
la mayor parte de las veces pasa inadvertida.