CRÍTICA USO DE CELULAR EN CLASES
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En la actualidad los jóvenes se encuentran inmersos en el celular de manera abrupta, su capacidad de razonar se vuelve nula al tener al frente este aparato tecnológico, que al parecer ha traído más atrasos al no saberlo utilizar. Cuando alguien tiene un celular se desconecta de su realidad social, y se olvida de que otras personas existen, no entienden, ni atienden cuando otros le dicen algo; es increíble ver como lo ponen muchas veces en primer lugar, dejando atrás deberes importantes que si son de beneficios para sus vidas, como lecturas, tareas, investigaciones y más; para ellos este aparato tecnológico tiene gran significado y relevancia en sus vidas, tanto así que es lo primero que ven cuando se levantan, no están cómodos si en su diario vivir no ven la pantalla de este dispositivo móvil. El celular, es el medio de comunicación más concurrido en jóvenes estudiantes y es la forma en la que interactúan con los demás compañeros, pero el mal manejo de estos a traído problemas grabes
El celular en clase se ha convertido en un tema muy discutido entre profesor y estudiantes, y claro, como es posible que el profesor no solo tiene que explicar al alumno lo suficiente para que adquieran los conocimientos, sino pelear con la falta de atención de estos, porque continuamente están viendo sus celulares, tomándose fotos, chateando, jugando, viendo videos y memes; es más, en ocasiones se mandan mensajes con los mismos compañeros de clase para referirse a cosas tontas. Con toda la razón los maestros se molestan porque su foco de atención está puesto en cosas que no tienen interés, "Me cansé de pelear contra los celulares, contra WhatsApp y Facebook. Me ganaron. Me rindo. Tiro la toalla" (Haberkorn, 2015), lo anterior es muestra de lo que provoca la falta de respeto ante un docente que lo que quiere transmitir asunto que le apasionan pero los estudiantes no quieren captar el mensaje, esto desalienta y puede acabar renunciando a su labor. Por otro lado Les gusta, como dicen en su jerga estudiantil, "chicanear", "pantallar", e infundir un orgullo bobo que los conduce a ser denominados como "la sociedad de los idiotas útiles". Son la mejor muestra de que ellos deben dedicarse más a investigar, leer, entregarse a sus estudios, que a jugar con el bolsillo de los padres de familia. (Espinosa, 2016). Es notorio que el teléfono celular se ha convertido en algo más que un medio de comunicación, sino que hoy día es símbolo de estatus, podemos observar que con tener un celulares de gama alta ya se piensa que esa persona tiene dinero, pero no caemos en cuenta que muchas veces esto se hace por aparentar y mostrar a los demás lo que tienen. Y como dice (Espinosa, 20176) deberían investigar, leer, entregarse a sus estudios. Comprarse un libro que es más enriquecedor que gastarse el dinero en banalidades como un celular tan costoso.
Una de las situaciones que se presenta constantemente en clases es el estrés del estudiante cuando su celular ha perdido carga y está apunto de apagarse, es inaudito como recorren todo el salón buscando un enchufe, se cambian de puesto, o se ubican en un rincón hasta que el celular prenda, si se les olvidó llevar el cargador, interrumpen al compañero de clases para preguntarle por uno, y no descansan hasta encontrarlo. Así mismo pasa con el wifi, por qué razón los estudiantes no pueden tener una clase amena sino que se ve interrumpida por esas ansias de estar conectados con amigos virtuales, que en muchos casos no conocen, haciendo todo lo posible para obtener la clave que les permita estar interactuando en todo momento.
Sumémosle a esto los llamados de atención por parte del profesor, cuando este demanda respeto por su clase y le pide el favor al estudiante que guarde el celular, se forma una mini discusión porque el alumno no quiere guardar el teléfono, a veces lo esconden pero cuando el profesor continúa con las explicaciones lo vuelven a sacar. Hay veces que los maestros tienen que recurrir a otras medidas al no acatar los primeros llamados de atención, y es sacar de clases a aquellos estudiantes que no acaten las órdenes, en muchas ocasiones los alumnos optan por salir del salón que desconectarse por 90 minutos del celular.
Todas estas estas situaciones son dignas de analizarse porque son las que apartan a los estudiantes de lo verdaderamente importante que son sus clases.
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